Categorías

post parecidos

¡Suscríbete!

Recibe en tu buzón mis últimas publicaciones y noticias.

Y como bienvenida, te regalo la Guía de materiales de juego de 0 a 6 años.

Dejar tus datos es una señal de conformidad para que yo, Jennifer Silvente González, los incluya en mi base de datos y me haga responsable de ellos. Dicha información será tratada a través de ActiveCampaign (mi proveedor de email marketing) fuera de la UE, en EEUU y con un acuerdo de procesamiento de datos según cláusulas tipo de la Comisión Europea. El hecho de que no introduzcas los datos de carácter personal que aparecen en el formulario como obligatorios, tendrá como consecuencia que no puedas suscribirte a mi lista de correos, ni recibir los recursos que te ofrezco a través de ella. Puedes consultar mi política de privacidad AQUÍ.

Escriptolectura en entornos inclusivos: estrategias efectivas para atender la diversidad en el aula

Escriptolectura: un proceso fundamental

La escriptolectura —la adquisición conjunta de la lectura y la escritura— es uno de los procesos más significativos en la etapa infantil. Este proceso, además de ser esencial para el desarrollo académico, constituye una experiencia profundamente humana que implica lenguaje, pensamiento, emociones y vínculos. En los entornos escolares actuales, marcados por una creciente diversidad de estilos de aprendizaje, ritmos evolutivos, orígenes culturales y necesidades específicas, se hace imprescindible repensar cómo abordamos la escriptolectura desde una perspectiva inclusiva, respetuosa y realmente transformadora.

La escriptolectura en entornos inclusivos no puede limitarse a métodos únicos ni a expectativas uniformes. Supone crear las condiciones necesarias para que cada niño y niña se sienta parte del proceso, encuentre sentido en lo que aprende y avance a su propio ritmo, con el acompañamiento que necesita. En este artículo exploraremos qué implica una enseñanza de la escriptolectura inclusiva y compartiremos estrategias reales para llevarla al aula.

1. Escriptolectura y diversidad: comprender antes de intervenir

La base de una práctica inclusiva en el aprendizaje de la escriptolectura es el reconocimiento profundo de la diversidad. No todos los niños acceden al lenguaje escrito de la misma manera ni en el mismo tiempo, y eso no es un problema que deba “corregirse”, sino una realidad que debe ser comprendida y atendida.

Algunos estudiantes se inician en la escriptolectura con un alto dominio del lenguaje oral y un entorno familiar alfabetizado; otros lo hacen en contextos donde el contacto con la lengua escrita es escaso, o donde conviven varias lenguas. Algunos presentan condiciones del neurodesarrollo que afectan su procesamiento del lenguaje, como la dislexia, el TDAH o el TEA. Otros, simplemente, tienen un ritmo diferente de maduración.

En este sentido, enseñar escriptolectura desde la inclusión implica romper con la idea de que existe una única vía válida para aprender a leer y escribir. Se trata de observar a cada niño, detectar sus formas de acceder al lenguaje, sus intereses, sus fortalezas y sus desafíos, y desde ahí, construir un acompañamiento que sea significativo y respetuoso.

2. Estrategias pedagógicas inclusivas para trabajar la escriptolectura

Existen múltiples estrategias que permiten enseñar escriptolectura atendiendo a la diversidad del aula. Algunas de las más efectivas son:

  • Ambientes alfabetizadores ricos y diversos: ofrecer materiales variados (libros, carteles, juegos, etiquetas, cuentos en diferentes formatos), ubicados a la altura del niño, que inviten a explorar espontáneamente la lengua escrita, sin presión ni evaluación constante.
  • Aprendizaje multisensorial: integrar diferentes canales (visual, auditivo, kinestésico) facilita el acceso a la escriptolectura. Por ejemplo, trazar letras en arena, cantar sílabas, armar palabras con piezas móviles o seguir cuentos con pictogramas.
  • Metodologías activas y significativas: proyectos, rincones, talleres de escritura libre, lectura compartida y dramatización de cuentos permiten que el aprendizaje de la escriptolectura sea vivido como una experiencia placentera y funcional.
  • Respeto a los ritmos individuales: no forzar la escritura o la lectura antes de tiempo. Algunos niños comienzan a leer con cuatro años, otros con siete. Lo importante es acompañar con confianza y ofrecer estímulos que despierten la curiosidad.
  • Evaluación formativa y cualitativa: más allá de los estándares, valorar el proceso, los avances personales, el esfuerzo y la participación activa en situaciones reales de lectura y escritura.
  • Trabajo colaborativo entre profesionales: cuando hay necesidades específicas, es esencial que docentes, psicopedagogos, logopedas y familias trabajen juntos, compartiendo observaciones y construyendo estrategias conjuntas.

Estas estrategias permiten que la escriptolectura no sea un filtro excluyente, sino una puerta abierta al mundo del lenguaje desde múltiples entradas.

3. El rol del educador en la escriptolectura inclusiva: acompañar con sensibilidad

Más allá de las estrategias técnicas, el factor humano es central. El educador es guía, mediador, observador y referente emocional. En el camino de la escriptolectura, su actitud puede marcar la diferencia entre un niño que se siente capaz y otro que se frustra.

Una enseñanza inclusiva de la escriptolectura requiere docentes que:

  • Escuchen con atención y sin juicio.
  • Confíen en los procesos naturales de aprendizaje.
  • Se formen continuamente en nuevas formas de enseñar y comprender.
  • Sean flexibles y creativos para adaptar las propuestas al grupo real que tienen delante.
  • Promuevan una cultura de aula donde todos los niños sientan que tienen algo valioso que decir y escribir.

No se trata de enseñar a todos igual, sino de asegurar que todos tengan las condiciones para aprender.

La escriptolectura en entornos inclusivos no es una utopía ni una moda pedagógica: es una necesidad ética, educativa y social. Apostar por una enseñanza que respete los ritmos, estilos y realidades de cada niño es construir una escuela más justa, más humana y más preparada para acompañar la diversidad que define a nuestra sociedad. La inclusión no comienza en la educación secundaria ni en las políticas institucionales: comienza, desde muy temprano, en el modo en que acompañamos a los niños y niñas a descubrir el poder de las palabras.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dieciseis − 13 =

Yo soy Jenny, maestra de profesión (y por pasión). Actualmente me dedico a acompañar y formar a profesionales de la educación inquietos, con ganas de cambiar la imagen y miradas en y hacia la escuela y la infancia. Me he especializado en psicomotricidad, neuropsicología y métodos de investigación en la innovación curricular. Me formé en educación viva y he podido llevar a cabo toda esta transformación en diferentes proyectos de educación viva en los que he participado como acompañante.

Soy mamá de Leo, de 2 años y de Emma, que nació el pasado agosto. Si mi mirada hacia la educación ya era transformadora y revolucionaria antes de nacer mi hijo, ahora ya es totalmente radical. Algo no se está haciendo bien, y mis inquietudes me llevan a acompañar el cambio de mirada y a despertar consciencias.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.